
La mayoría de los alumnos de nuestra clase estamos realizando el “practicum” y, para valorarlo, tenemos que tener en cuenta la motivación con la que llegamos y la sensación que nos queda cuando acabamos las prácticas. El practicum nos lo presentan como una oportunidad de acercarnos al mundo laboral pero, las experiencias personales de cada uno pueden consolidarlo como una gran ocasión o un mero pasatiempo. El caso es que de una forma u otra estas condicionado a la actitud de la empresa que te toca.
Algunos entran con ganas de aprender, otros se lo toman como una molestia, pero la realidad es que nos obligan a asistir unas horas a la semana a trabajar, a cambio de unos cuantos créditos. Nuestra misión es aprender de todo ello…pero, ¿realmente se cumple este objetivo? ¿Aplicamos los conocimientos adquiridos durante los demás cursos?
Las respuestas las encontramos entre nosotros. Muchos no hemos visto cumplidas nuestras expectativas; bien por que el aprendizaje se ciñe al ámbito de gestión o administrativo, bien porque no se aprende mucho más de lo sabido…Respecto a las empresas, muy pocas se preocupan por enseñar; una pluralidad de ellas nos encargan trabajos aburridos y pesados, otras no nos hacen mucho caso y solo unas pocas cumplen lo prometido.
Ruth Galeano Godoy
Leticia Palencia Delicado
Leticia Palencia Delicado

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